Mismo coste

Muchos proyectos que han intentado la industrialización no han logrado rebajar los costes de la construcción tradicional y hay una percepción de que la construcción en madera es más cara que la tradicional.

Los motivos de estas percepciones son dos: por un lado, no se han aplicado las lógicas necesarias de la industrialización en el diseño y, en segundo lugar, muchas de las construcciones no han empleado estructuras y procesos eficientes.

En Woodea nos involucramos en fases iniciales del proyecto y ponemos los mejores equipos para asegurar obtener los máximos beneficios de la construcción industrializada y el uso de madera técnica.

Menor incertidumbre

Un proceso industrializado tiene tres ventajas:

  • Una parte relevante de la obra se realiza en taller, donde las condiciones laborales son más favorables y menos expuestas a las condiciones climáticas.
  • La instalación en obra y, en consecuencia, el global del proyecto reduce los plazos de forma considerable. Menos tiempo supone menos incertidumbre.
  • La precisión de la madera y los sistemas industrializados son muy superiores a los de la obra tradicional.

En Woodea abrazamos la transparencia radical, por lo que proponemos un sistema de trabajo de libros abiertos, con seguimiento en tiempo real del avance de la obra.

Menores plazos de construcción

Entre los beneficios de la construcción industrializada en madera técnica destaca la reducción de los tiempos de ejecución de una obra de un 20 a un 40%, rebajando significativamente su coste.

Estas reducciones se hacen posibles gracias a la intervención temprana en las fases de diseño, colaborando activamente con el arquitecto proyectista en la optimización del modelo en la etapa de anteproyecto o, mejor aún, de prefactibilidad.

Bajo impacto ambiental

Las construcciones que proponemos tienen un muy bajo impacto ambiental y esto tiene cada vez más ventajas; como la mayor facilidad o menor tipo de interés en la obtención de financiación, la posibilidad de acudir a nuevos fondos, las ventajas en la obtención de licencias o la obtención de mayores valoraciones en algunas licitaciones.

Nuestra construcción supone:

  • La sustitución de una parte relevante del acero y del hormigón, generadores de gases efecto invernadero, por la madera, que incluso colocada ya en obra continúa embebiendo carbono y se mantiene como reservorio del mismo.
  • Al reducir los plazos, las molestias que generan a los vecinos, permanecen por menor tiempo.
  • Menos contaminación acústica: la mayor carga de trabajo se realiza “off-site”, fuera del ámbito de la obra.
  • Menor polución ambiental. Una reducción notable del polvo que genera la construcción tradicional (regatas, descarga de materiales a granel, escombros).
  • Menor desperdicio de obra. En la obra tradicional 1/3 de lo que entra a obra sale en contenedores convertido en escombros.
  • Una circularidad completa del material principal. Una vez terminada la vida útil del edificio es reutilizable innumerables veces.
Disfrutar del trabajo

Tanto internamente como externamente.

De manera interna nuestro propósito nos hace disfrutar del día a día.

Externamente, decimos adiós a la cultura del contradictorio y de las negociaciones interminables. El trabajo colaborativo y la transparencia radical permite que alineemos nuestros objetivos como constructora con la promotora, proyectistas y subcontratas, asumiendo que trabajamos en un proyecto común y que la calidad y el éxito depende de todos los intervinientes.