24/04/2023 by Woodea 0 Comments

La construcción sostenible, más allá de una tendencia: Beneficios y oportunidades para salvar nuestro planeta

En los últimos años, la construcción sostenible ha evolucionado significativamente y se ha convertido en una prioridad para el sector de la construcción para dar respuesta y abordar los desafíos del cambio climático y la necesidad de evolucionar hacia un mundo más sostenible. 

 

La eficiencia energética, el uso de materiales sostenibles, el diseño centrado en el usuario y las certificaciones y normativas son algunas de las tendencias clave que están impulsando la construcción sostenible en la actualidad y de las que hablaremos a continuación.

¿En qué consiste la construcción sostenible?

Entendemos por construcción sostenible la práctica de construir edificios y estructuras de forma que minimicen su impacto ambiental y maximicen la eficiencia energética. Este concepto incluye la elección de materiales de construcción ecológicos, el uso de prácticas de construcción sostenibles, la concepción y el diseño de edificios orientados a maximizar la eficiencia energética y la minimización de los residuos y la huella de carbono de la construcción.

La construcción sostenible también contempla que los edificios sean seguros y saludables para los ocupantes y les confiera una mayor calidad de vida. En este punto es fundamental llevar a cabo una selección de materiales de construcción que no emitan productos químicos tóxicos, un diseño de edificios que proporcione resistencia a los desastres naturales y el uso de sistemas de ventilación e iluminación que promuevan la salud y el bienestar de los ocupantes.

Beneficios de la construcción sostenible

Muchos son los beneficios que se atribuyen a la construcción sostenible, tanto desde el punto de vista del medio ambiente como desde el de los ocupantes de los propios edificios. Entre los más importantes se incluyen la reducción de la huella de carbono y el impacto ambiental tanto en la fase de construcción como en el posterior funcionamiento y fase de operaciones, la limitación del uso de recursos naturales y la mejora de la eficiencia energética. Las últimas tendencias de digitalización avanzada y la aplicación del pensamiento lean en la fase de concepción y construcción de edificios sostenibles también contribuyen a reducir los costos de operación y mantenimiento de los mismos a lo largo del ciclo de vida. 

 

Por otro lado, está demostrado que los edificios construidos de forma sostenible mejoran la calidad de vida de las personas que habitan en ellos al proporcionar ambientes saludables y cómodos, con una mejor calidad del aire, luz natural y una temperatura adecuada y por el propio hecho de utilizar materiales basados en la naturaleza. Esta estrecha conexión ancestral entre el ser humano y la naturaleza es lo que se conoce como biofilia.

 

La construcción sostenible es también una herramienta que facilita el cumplimiento de las nuevas normativas como el Código Técnico de la Edificación CTE y las certificaciones ambientales como LEED o BREEAM, que aumentan el valor y la reputación de las edificaciones y tienen una demanda cada vez mayor por parte de clientes, usuarios e inversores inmobiliarios.

 

En general, podemos decir que la construcción sustentable es una forma de contribuir al desarrollo sostenible, al promover prácticas responsables y respetuosas con el medio ambiente, y al impulsar una economía más verde y eficiente.

Diseño de edificios sostenibles

La fase de diseño es un elemento clave de la construcción. Los edificios categorizados como sostenibles están diseñados a partir de una envolvente muy eficiente para maximizar la eficiencia energética y reducir su huella de carbono, minimizando las necesidades de energía y agua, utilizando materiales basados en la naturaleza o de muy baja huella de carbono y potenciando la ventilación y la iluminación natural.

 

La tecnología más avanzada en digitalización y construcción industrializada juega un importante papel en esta fase de diseño del edificio sostenible contribuyendo a reducir significativamente los residuos y la huella de carbono de la construcción.

Materiales de construcción sostenibles

La elección de materiales supone también un factor crítico cuando hablamos de construcciones que minimicen su impacto ambiental y aporten bienestar a sus habitantes. Esto implica seleccionar materiales y productos que tengan un bajo impacto ambiental durante su producción, transporte, uso y disposición final como, por ejemplo, materiales reciclados o reciclables, materiales obtenidos de fuentes renovables, y materiales que tienen un ciclo de vida más largo y requieren menos mantenimiento, o que puedan tener una segunda vida, desmontándose y volviéndose a montar.

 

Como ejemplos de materiales que cumplen estas premisas y son utilizados actualmente en edificaciones sostenibles encontramos:

  • materiales que absorben y secuestran CO2, como la madera certificada (FSC, PEFC) proveniente de bosques gestionados de manera sostenible
  • materiales reciclados como textiles, la fibra de madera o la  pasta de celulosa (papel de periódico y cartones reciclados)
  • materiales obtenidos de fuentes renovables, como la caña de azúcar, el cáñamo, el bambú o los tableros a base de paja de cereal (trigo, arroz)
  • placas de revestimiento con fibras de celulosa y yeso
  • materiales con alta eficiencia energética y naturales como el corcho, o el fieltro.

Para considerarlos materiales de construcción sostenibles, estos deben garantizar ser seguros y saludables para los ocupantes de los edificios y evitar que se emitan productos químicos tóxicos, como el formaldehído, que pueden afectar la salud y el bienestar de los ocupantes.

Eficiencia energética en la construcción sostenible

Los edificios representan el 40% del consumo energético de la UE y el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero, generadas principalmente durante la construcción, uso, renovación y demolición de los mismos.

 

La eficiencia energética es, pues, un aspecto fundamental en la construcción sostenible y se enfoca en utilizar materiales y técnicas que permitan reducir el consumo energético de los edificios, como el uso de materiales aislantes, la implementación de sistemas de iluminación eficientes, la ventilación natural y la utilización de energías renovables como la solar o la eólica. 

 

Como hemos comentado anteriormente, el diseño de estos edificios promueve el aprovechamiento al máximo de la luz natural y la utilización de sistemas de control automatizados para la gestión energética. A través de estrategias pasivas como la orientación del edificio, la ventilación natural y los elementos de sombreado o asoleamiento según convenga se reduce la necesidad de sistemas mecánicos y se logran edificios más sostenibles y eficientes energéticamente.

Certificaciones de construcción sostenible

Las certificaciones de construcción sostenible son otorgadas por organizaciones independientes que evalúan el desempeño ambiental y la eficiencia energética de los edificios. Además de demostrar el compromiso con la sostenibilidad, estos sellos proporcionan una ventaja competitiva en el mercado inmobiliario y de la construcción, aumentando las posibilidades de venta en hasta un 10%. De ahí la demanda creciente de este tipo de certificaciones por parte de compradores, inversores y usuarios finales.

 

Las certificaciones más conocidas a nivel internacional son LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental), BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology) y WELL, que se centran en la sostenibilidad ambiental, el rendimiento energético y la salud y bienestar de los ocupantes, respectivamente. 

 

A la hora de conceder este tipo de credenciales se evalúan una amplia gama de aspectos, desde la elección de materiales sostenibles, la implementación de sistemas de gestión energética y la monitorización de la calidad del aire interior hasta otro tipo de variables externas a la propia construcción como la cercanía a sistemas de transporte público, movilidad, modificación del terreno natural, absorción de agua del terreno y otros temas relacionados.

Estas certificaciones, además, no sólo se enfocan en edificios nuevos, sino que también pueden aplicarse a edificios existentes que se han renovado o mejorado para cumplir con los estándares de sostenibilidad.

Ejemplos y referentes de proyectos de construcción sostenible

Actualmente existen ya muchos ejemplos de proyectos de construcción sostenible en todo el mundo. Desde edificios comerciales hasta edificios residenciales, estos proyectos están demostrando que la construcción sostenible es posible y rentable: Bosco Verticale, Milán; Torre de Hyperión, y edificios de viviendas más modestos como las 85 viviendas sociales en Cornellá o que alcanzan el sello de CO2 nulo como Entrepatios

 

Desde Woodea apostamos por una construcción eficiente, sostenible y rentable basada en un modelo que se apoya en la digitalización, la industrialización y construcción por componentes, la metodología lean construction para optimizar procesos y la elección de materiales sostenibles como la madera técnica. 

El futuro de la construcción sostenible

Como hemos visto a lo largo de este post, la construcción sostenible no sólo es necesaria para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger el medio ambiente, sino también para mejorar la calidad de vida de las personas proporcionando viviendas más saludables, cómodas y eficientes en el uso de la energía. 

Con la huella de carbono actual de los edificios, y con el presupuesto de carbono del que dispone el sector de la construcción español entre 2021 y 2050 (751 MtC02), sólo se podrían edificar 300.000 viviendas nuevas en ese periodo lo que supone 10.345 viviendas al año, frente a las 160.000 viviendas necesarias, según fuentes del Green Building Council España (GBCe).

Si queremos responder a la demanda actual de vivienda es urgente adoptar un cambio de planteamiento: incorporando prácticas sostenibles en la construcción reducimos la huella ambiental de nuestras ciudades y garantizamos un futuro más sostenible para las generaciones venideras.

Extender la construcción sostenible es un paso crucial para alcanzar un futuro mejor en nuestras ciudades y viviendas, y es una responsabilidad de todos nosotros trabajar juntos para lograrlo.

Atentos a nuestros próximos pasos….

07/02/2023 by Woodea 0 Comments

¿Puede el skyline de Nueva York y de otras grandes ciudades cambiar en los próximos años?

… o cómo el cuento de los tres cerditos podría cambiar para siempre.

Parte 3

Puedes leer la Parte 1 y la Parte 2 de esta cadena de posts sobre construcción industrializada en madera.

“Los rascacielos de vidrio y acero que tanto han contribuido al calentamiento global ya no tienen lugar en nuestra ciudad ni en nuestra Tierra”.

Esta fue la sentencia promulgada por Bill de Blasio, alcalde de Nueva York en julio de 2019, y publicada por el NY Times. Si bien esto no se correspondió con políticas municipales tan agresivas como sus palabras, marca una tendencia mundial al respecto. 

Actualmente ya existe un consenso generalizado sobre los beneficios que genera la construcción de edificios en madera técnica y es por ello que están proliferando en todo el mundo nuevos proyectos con una fuerte impronta medioambiental que se suman a esta nueva manera de pensar, construir y vivir en estos edificios.

Entre los numerosos proyectos que han sido ejecutados recientemente podemos destacar el estudio de arquitectura de Londres, Waugh Thistleton, pionero en utilizar CLT para construir un edificio de varios pisos. Hasta 2009 el CLT solo se había empleado para “casas bonitas y simples de dos pisos” asegura A. Waugh. En cambio, ahora irrumpen con un bloque de apartamentos de nueve pisos con revestimiento gris denominado Murray Grove, el primer proyecto de edificio de viviendas urbanas altas construido completamente con madera maciza prefabricada. Desde los muros de carga y los forjados del piso hasta los núcleos de escaleras y ascensores.

El mismo estudio trabaja en el edificio de viviendas más grande del mundo, Dalston Works

Entregado en 18 meses y completado en 2017, el conjunto de 10 pisos de altura, con sus 121 unidades realizadas completamente en CLT, aborda la doble problemática de la densificación de Londres y el impacto ambiental de las construcciones.

Situado en un sitio abandonado, las diferentes alturas de los techos y la fachada de ladrillos se integran perfectamente con las viviendas vecinas de estilo victoriano y eduardiano.

La eficiencia y el bajo peso del sistema constructivo posibilitó aumentar el número de unidades en un 25%. El bajo peso propio de la estructura de madera de la propuesta de 155.000 m2 permitió un resultado de altura mucho mayor de lo que hubiera sido factible con métodos tradicionales.

Junto a estos dos ejemplos, partiendo del modelo experimental  “tall wood” generosamente compartido como Creative Common por Michael Green y sus propuestas iniciales PMX35 (35 pisos) y adaptaciones posteriores para zona sísmicas PMX 15 (15 pisos) media altura, se han desarrollado en diferentes lugares del mundo ejemplos de cómo ejecutar edificios de baja huella de carbono.

En EEUU y Canadá, cuya limitación y tradición constructiva de edificios de más de 10 pisos condiciona el crecimiento, se está produciendo un cambio normativo que lo impulsa. Mientras, en Europa, donde los edificios alcanzan en su mayoría hasta seis pisos, se están incorporando con mayor fluidez. Como muestra de esto existen proyectos dentro de las iniciativas “verdes” europeas que tienen como objetivo realizar tres prototipos para una total evaluación del modelo y poder replicar los conocimientos.

Los cambios normativos, como los 14 cambios al Código Internacional de la Construcción que aumentan la altura permitida de la construcción con madera maciza a 80 metros, políticas gubernamentales que buscan promover el diseño con madera como el Programa Green Construction Through Wood “GC Wood” que proporciona financiación para proyectos de uso intensivo de madera o que utilizan productos y sistemas de madera innovadores en Canadá, o la iniciativa Wood4Bauhaus en Europa promoviendo como principal arma contra el cambio climático las construcciones en madera, han servido como catalizadores para fomentar la innovación en este campo.

Ejemplos de edificios que ya están cambiando el skyline en todo el mundo

UPM, una empresa de la industria forestal finlandesa, publicó una infografía diseñada para explicar y difundir el importante crecimiento que está experimentando la madera en masa como material de construcción sostenible para edificios en todo el mundo.

Menciona como ventajas competitivas su baja huella de carbono, su durabilidad sísmica, su facilidad de uso y los beneficios de rendimiento con respecto a la seguridad contra incendios y aislamiento acústico como ventajas comparativas principales y presenta una pequeña lista de los edificios de madera en masa más altos y emblemáticos  del mundo.

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Mjøstårnet

Brumunddal, Noruega, 18 pisos, 58 m. Finalizado en marzo de 2019.

Edificio emblemático,  no solo por la forma en que destaca en la orilla del lago más grande de Noruega, el lago Mjøsa, sino también como símbolo del “cambio verde”. Mjøstårnet demuestra que los edificios altos se pueden construir utilizando recursos y proveedores locales y materiales de madera sostenibles.

Mjøstårnet está ratificado como el edificio de madera más alto del mundo por el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH) así como por Guinness World Records. La torre también ha recibido numerosos premios y reconocimientos como los premios de diseño de Nueva York, los premios Norwegian Tech y el premio a la excelencia de CTBUH.

Brock Commons Tallwood House

Campus de Point Gray de la Universidad de British Columbia en Canadá. 18 pisos, 53 mts, finalizado en Julio de 2017

Construido a través de la Iniciativa de demostración de edificios de madera alta (TWBDI) dentro del programa Green Construction Through Wood (GCWood).

Antes de levantar el edificio, se construyó una maqueta de dos pisos de 8 por 12 metros en el sitio para probar las conexiones de madera a madera y la estabilidad de la estructura.

El ensamblaje final del edificio se realizó desde noviembre de 2015 a agosto de 2016. La estructura y la fachada fue completada por un equipo de trabajo de nueve personas en 57 días, a razón de 2 pisos por semana. 

El edificio estaba sujeto al Código de Construcción de Columbia Británica de 2012, que limita los edificios de madera a seis pisos, por lo que se requirió una aprobación especial, así como dos revisiones una estructural y otra sísmica.

Penttilänkulma, Lighthouse Joensuu

Joensuu, Finlandia, 14 pisos, 48 m. Finalizado en 2019.

Con una altura cercana a los 50 metros, el edificio Lighthouse Joensuu en el este de Finlandia es un edificio pionero en el desarrollo de la construcción de rascacielos de madera. 

Construido con productos de madera maciza, el Lighthouse Joensuu de 14 pisos es el edificio de madera de gran altura más alto de Finlandia. Es un excelente ejemplo finlandés de cómo se pueden utilizar productos de madera para construir edificios altos, impresionantes y sostenibles.

Alberga 117 apartamentos para estudiantes y está construido utilizando paneles de madera laminada (LVL) y madera contralaminada (CLT). Se suministraron más de 2000 m3 de madera maciza para su construcción.

La cantidad de carbono secuestrado es igual a las emisiones anuales de dióxido de carbono de alrededor de 700 automóviles.

Completado según lo programado, cada piso de madera maciza tardó menos de dos semanas en construirse. Los paneles llegaron a pie de obra donde se agregaron las instalaciones y las carpinterías en una carpa instalada a tal efecto.

Treet

Bergen Norway. 14 pisos, 49 m. Finalizado en 2016.

Proyecto multifamiliar de 62 apartamentos de entramado de madera a la vanguardia del desarrollo de viviendas para el futuro, con un fuerte enfoque en el consumo de energía, desarrollo sostenible y espacios al aire libre comunes.

Se consideraron diversos sistemas para edificios de madera de gran altura, incluyendo el uso de madera sólida laminada cruzada (CLT) llegando a la conclusión de que la combinación de módulos prefabricados de construcción con una estructura de madera laminada era la mejor manera de llevar a cabo con éxito su visión. La estructura comprende una mezcla de madera laminada cruzada y madera laminada (glulam) con basamento de hormigón armado.

La torre está formada por una estructura de madera laminada de carga y pisos modulares prefabricados hecha en madera de ingeniería utilizando únicamente madera noruega. 

Todas las principales estructuras de soporte de carga son de madera. Además, dos cubiertas interiores así como la cubierta superior están hechos de cemento. 

Los módulos de apartamentos del edificio han sido diseñados para cumplir con el estándar Passivhaus de sostenibilidad y se han construido en una fábrica en Estonia para ser enviados posteriormente a Bergen. A pesar de un costo inicial algo mayor que la de una obra de acero y/o estructura de hormigón, el tiempo de ejecución fue significativamente más corto: cuatro plantas de módulos en sólo tres días.

El edificio utilizó 9.500 metros cúbicos de madera en sus estructuras portantes que evitaron la emisión de alrededor de 18.000 toneladas de CO2. Esto es equivalente a evitar la conducción de 105 millones de kilómetros en un automóvil de gasolina. En general, el edificio evita más de 21.000 toneladas de emisiones de CO2.

25 King St

Brisbane. Australia. 10 pisos 52 m. Finalizado en 2018.

Ubicado en el corazón de Showgrounds, Brisbane, representa un importante  logro en ingeniería de la madera. 

Un sistema simple de 6×8 metros de vigas y columnas laminadas (Glulam) soporta pisos de madera laminada cruzada (CLT) con paredes de núcleo de madera. Los principales servicios están conectados en red en zonas especialmente diseñadas para que cada piso pueda acomodar fácilmente diferentes inquilinos.

Los principios de diseño biofílico guiaron la paleta de madera y materiales naturales del edificio, así como su distribución. Los pisos de las oficinas brillan con la calidez de las columnas de madera, las vigas y el piso. El uso de madera natural, en lugar de hormigón, acero y placas de yeso, conecta mejor a los ocupantes con la naturaleza, fomentando un lugar de trabajo más feliz y saludable. La cuadrícula de columnas de 6×8 crea una escala más íntima en los pisos que hacen que la escala de los pisos resulte más manejable, mejorando la experiencia diaria del espacio.

Pretende expresar la sostenibilidad y la ingeniería, al tiempo que proporcionar un lugar de trabajo creativo y colaborativo que mejore la salud y el bienestar de los ocupantes.

Este proyecto se construyó para demostrar a la industria que se pueden lograr soluciones de desempeño para esta escala de edificios para brindar un desarrollo altamente sostenible que sea bajo en carbono, bajo desperdicio y altamente eficiente en energía.

Además de los ejemplos mostrados en la infografía y los dos (de los muchos) construidos por el estudio Londinense Waugh- Thistleton, no podemos dejar de mencionar al Forté building: un bloque de apartamentos de 10 pisos (32,2 m) considerado el primer edificio en Australia hecho con madera laminada cruzada (CLT). 

La particularidad de este edificio es que los 759 paneles de CLT de abeto europeo (485Tn) cultivado y cosechado en Austria se enviaron a Australia en 25 contenedores, como un mueble de paquete plano, con sus 500 soportes angulares y los 34.550 tornillos necesarios para su montaje.

Tall Wood

Los “tall wood” son edificios de gran altura ejecutados en madera, de más de 14 pisos o 50 metros de altura. Fueron definidos como tal por el Council on Tall Buildings and Urban Habitat (CTBUH) y en los últimos seis años se han construido más de 44 edificios bajo este concepto. Se trata de construcciones emblemáticas entre las que podemos destacar la próxima torre residencial HAUT de 73 metros de Team V Architectuur o los edificios propuestos por Michael Green Architecture y T3 de DLR Group Ho Ho Wien. 

No sólo en América del Norte y Europa se puede ver aplicada esta técnica de construcción de baja huella de carbono utilizando la madera técnica como principal herramienta. El estudio del arquitecto con sede en Alemania, OMT Architects, ha diseñado la torre de madera más alta de África en la ciudad de Zanzíbar, Tanzania, denominada Burj Zanzibar.

Se trata de una torre que se elevará hasta 28 pisos y alcanzará la altura de 96 metros para alojar 266 apartamentos. Esta torre de uso mixto (viviendas con equipamiento recreativo, oficinas y salas de conferencia) pretende utilizar la madera local y la silvicultura responsable para su construcción y transformarse como un polo de atracción para empresas tecnológicas en el Africa Oriental.

Edificio en madera mas alto de africa

Fuente Archdaily Foto OMT arquitectos

Y si avanzamos en el futuro, los verdaderos rascacielos ya están apareciendo. Proyectos que a ojos del presente se ven como experimentales están siendo diseñados actualmente.

Ubicado en Barbican Estate, se convertirá en la segunda torre más alta de Londres después de The Shard y el edificio en madera mas alto del mundo. Pensado para densificar la ciudad de Londres y dar soluciones sostenibles al problema de la vivienda en la ciudad. 

Un  rascacielos de 80 pisos, 300 metros de altura, con 1.000 apartamentos repartidos en 90.000m2, diseñado por investigadores del departamento de Arquitectura de la Universidad de Cambridge junto con arquitectos e ingenieros.

Y para finalizar, ponemos el foco en el año 2041 cuando se preve la finalización del denominado W350 en Tokio, Japón, propiedad del fabricante de productos de madera nipón Sumitomo Forestry que planea construir un rascacielos de madera de 350 metros de altura en el centro de la capital. 

La estructura del edificio de 70 plantas está compuesta por un 90% de madera y en el resto se utilizarán tirantes de acero para mejorar la resistencia al viento y a los terremotos debido a la alta actividad sísmica de la zona.

La torre, cubierta por distintos tipos de plantas que treparán rodeándola, pretende transformarse en un icono verde en la ciudad.

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Descubre por qué la construcción en madera es un factor clave dentro del Woodea Production System

18/01/2023 by Woodea 0 Comments

¿Por qué construir rascacielos de madera?

… o cómo el cuento de los tres cerditos condiciona la consolidación de las nuevas tecnologías.

Parte 2

En nuestro anterior post presentábamos el siglo XXI como el siglo de la madera y cómo el cuento de los tres cerditos ha afectado al planeta. A continuación, siguiendo con el símil del popular cuento infantil, vamos a tratar de explicar el efecto que estas historias transmitidas de generación en generación han tenido  en la percepción respecto a la construcción y los edificios.

En el imaginario cultural resultado de la historia, los edificios de madera (y los de paja) son frágiles. El lobo pudo derribarlas con apenas un par de soplidos. En el imaginario popular los cerditos que optan por edificios de madera u otros biomateriales (paja) son poco precavidos y poco trabajadores.

Se puede interpretar de esta idea preliminar que la vida premia solo a aquellos que son muy trabajadores y precavidos con un refugio durable e inalterable para protegerse del lobo.

Conclusión: las personas con éxito tienen casa de ladrillo.

Lobo feroz soplando casa

Si seguimos con la analogía, las casas que nos protegen de las inclemencias y nos dan seguridad (lobo) son de ladrillo.

Pero ha pasado el tiempo y las cosas han cambiado desde esta película de Disney de 1933. El ladrillo dio paso al hierro en el siglo XIX y al acero y al hormigón como material estrella en el siglo XX construyéndose miles de viviendas que albergaron a los cerditos trabajadores y exitosos.

Pero en la medida en que la población mundial aumentó y dejó sus casas en el campo para trabajar en la ciudad surgió la creciente necesidad de transporte para llegar al lugar de trabajo. Y fue entonces cuando apareció un nuevo lobo: la crisis climática, acompañada por una crisis en la cantidad y la calidad de las viviendas.

¿Cómo afrontar esta nueva crisis?

Por un lado, la escasez de vivienda y por otro, el impacto negativo que tienen los métodos clásicos de construcción en el medioambiente. ¿Cómo podemos seguir construyendo sin perjudicar a nuestro planeta?

The Global Alliance for Buildings and Construction (GlobalABC) UN Environment Program estima que la  construcción de casas de ladrillo, hormigón y acero genera hasta un 8% del total de los gases invernadero. El uso y mantenimiento de los propios edificios es responsable, por otro lado, del 47% de las emisiones de carbono.

Y por último, es evidente que un sistema de construcción basado en métodos extractivos de recursos que un día se agotarán es insostenible. El agua y la arena son las materias primas más usadas en el planeta. La crisis del agua la entendemos, pero la de la arena aún no ha llegado al gran público.

Estatus global para edificios y construcciones

Para mirar al futuro con optimismo debemos buscar métodos alternativos que provean vivienda sostenible y asequible y que no afecten, o afecten lo menos posible, al medioambiente.

Es, por tanto, necesario pasar a una industria que reduzca sus emisiones, no solo en la fase de uso, sino también en la fase de producción de materiales y componentes, así como pasar a una industria que no acabe con los recursos naturales, sino que los regenere.

El arquitecto visionario Michael Green, ya en julio de 2013, alertó de este choque de intereses con una imagen muy gráfica.

En una charla TED muy inspiradora para los que vemos la urgente necesidad de construir de otra manera, se cuestiona:

¿Cómo atender a estas demandas con un material que permita construir viviendas sin afectar al medioambiente? Y lo encontró justo enfrente a su ventana, en su casa de Canadá: LA MADERA, o mejor dicho “las maderas” ya que hay infinitas variedades para diferentes usos.

Y  sostiene…

“Para mí como arquitecto la madera es un gran material, el único material con el que puedo construir que crece con la energía del sol.”

Y aporta racionamiento para describirnos por qué la madera no es solo un material excelente para la construcción sino por qué construir con madera resulta beneficioso para el planeta:

“Cuando un árbol crece en el bosque libera oxígeno, absorbe dióxido de carbono y luego, cuando muere, cae al suelo y devuelve el dióxido de carbono a la atmósfera o al suelo. Si se quema en un incendio forestal el carbono igualmente regresa a la atmósfera. Pero si se toma esa madera y se utiliza en una construcción o en una pieza de mobiliario o en ese juguete de madera, con esa increíble capacidad que tiene para almacenar el carbono, nos proporciona una gran retención de este elemento. 

Un metro cúbico de madera almacena una tonelada de dióxido de carbono. Nuestras dos soluciones para proteger el clima son, obviamente, reducir las emisiones y encontrar un sistema almacenamiento del carbono.”

Para solucionar estos dilemas y proponer soluciones existen los pioneros, los que ven un poco más allá, los que hacen prevalecer el interés general sobre el particular.

1 metro cubico de madera contiene 1 tonelada de CO2

“La madera es el único material que utilizo que cumple esas dos funciones. Entendemos que es ético que en la tierra crezca la comida, ahora necesitamos que en este siglo se prescriba que los materiales para construir nuestros hogares crezcan en la tierra.”

Cuando Michael Green habla de “madera” no se refiere a lo que el imaginario popular reconoce como “casitas de madera”. Volviendo a los tres cerditos, no es la casa que nos presenta la película una frágil construcción de madera sino la que  tiene que ver con la “madera técnica”, para muchos, el material del siglo XXI.

La materia prima para hacer edificios en madera

La madera del siglo XXI es un desarrollo tecnológico que denominamos “madera técnica”. No es nuevo, ya que en su forma moderna lleva más de 30 años y la madera laminada es un invento del siglo XIX. Posee muy buenas propiedades mecánicas y físicas, que a igual peso tiene mayor resistencia que el acero y el hormigón, mucho más maleable, con mucha más predictibilidad y mejor resistencia al fuego en caso de ser afectado por el mismo.

Las necesidades, las prioridades y los materiales que hay que aplicar para este nuevo tiempo, son radicalmente diferentes.

Aunque las técnicas de construcción de paja, bambú o incluso tierra se están aplicando en viviendas unifamiliares, para lograr un verdadero impacto en el medioambiente se debe utilizar de manera masiva y preferentemente en entornos urbanos. Es aquí donde en este nuevo escenario el material por excelencia es el CLT, que en sus siglas en inglés significa Cross Laminated Timber.

Para crear este nuevo material tecnológico se apilan tablas, una al lado de la otra en capas y se unen en sus lados cortos por medio de uniones llamadas “fingers” formando láminas pegadas entre sí mediante un adhesivo no tóxico y ecológico. Posteriormente, para lograr mayor resistencia, se prensan hidráulicamente logrando “master panels” que llegan a alcanzar medidas de 3,5m x 16m. Esto es un lienzo en blanco donde el arquitecto puede “pintar” su proyecto.  

Si la lámina superior es perpendicular a la anterior formando una cruz (cross) se denomina CLT y se usa para forjado y paneles estructurales mientras que si están alineadas se conocen como GLT y se utilizan para pilares y vigas.

Por lo tanto, adoptar esta nueva forma de construcción debería ser un imperativo o, mejor dicho, una urgencia para poder paliar los impactos de la crisis climática. 

Se ha demostrado que los edificios ejecutados en madera técnica (mass timber) reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de combustibles fósiles e incluso, mediante un aprovechamiento sostenible de la madera de procedencia, protegen los bosques y posibilitan el desarrollo de áreas rurales, favoreciendo su repoblación.

CLT-españa-fabricantes

La huella de carbono y su relación con la madera. La nueva variable económica.

“La elaboración de una tonelada de madera para construcción requiere un total de energía 5 veces menor del necesario para fabricar una tonelada de hormigón armado, 24 veces menor que una tonelada de acero y 26 veces menor que la de una tonelada de aluminio.” Fuente: Council C.W (2004) Energy and the Environment in residential construction. Sustainable Building Series No. 1 pp1-16

En este nuevo tiempo aparece lógicamente una nueva variable: las viviendas no solo deben refugiarnos del lobo sino que no deben dañar a nuestra “gran casa”, el planeta. 

En diferentes encuentros científicos y cumbres se establece un límite al calentamiento global y se reconoce el CO2 como el gas que más contribuye al calentamiento global. Se decide reducirlo como principal estrategia para alcanzar el objetivo de subidas de temperatura a 1,5º máximo para 2050.

En ese contexto, la UE establece su estrategia de mitigación del cambio climático por medio de la reducción de las emisiones de su principal causante, la “huella de carbono”.

Este concepto, acuñado en la década de 1990 por el ecologista canadiense William Rees y el planificador regional suizo Mathis Wackernagel en la Universidad de Columbia Británica, se expresa como una medida de peso. Un ejemplo: toneladas de CO2 o CO2 equivalente por año y mide el impacto que una actividad genera sobre el medioambiente. 

¿Cuál es la relación entre los árboles, la madera  y el carbono? 

Si a un tronco le quitamos toda la humedad el 70% de sus estructura es carbono. Por eso se dice que un árbol o un conjunto de ellos, un bosque, es un depósito de carbono y que, aún cortado y puesto en una construcción, lo mantiene en su masa como se puede apreciar en el siguiente vídeo “Follow the tree”.

Wood for Good - The Story of the Tree

Hasta el momento la industria de la construcción no ha estado obligada a hacer frente a las ineficiencias de sus procesos en relación a la huella de carbono. Está ubicado en lo que se denominan “sectores difusos”. 

Esto en el futuro cambiará por el alto impacto de las construcciones en todo su ciclo de vida y esta actividad deberá estar enmarcada en el mercado obligatorio de emisiones donde cada tonelada de CO2 se mide en bonos de carbono o CERs (Certificado de Reducción de Emisiones).

Este cambio predecible producirá una nueva variable en los presupuestos de las construcciones. Además, seremos testigos de modificaciones en las normativas que ya se aplican en alguna ciudad europea como Burdeos y que ya se están estudiando en algunas ciudades españolas como Valencia y Lugo, cambiando de una normativa térmica a una medioambiental y que afectarán directamente a la elección de los materiales y del sistema constructivo.

Como menciona el arquitecto David Sebastian en su libro “Construir en altura en madera.”

…es necesario un nuevo paradigma donde se vincule rentabilidad y sostenibilidad. Dicho de otro modo, una edificabilidad inversamente proporcional a las emisiones y consumo de recursos. Un modelo con el que se pueda densificar las ciudades y permitir su progreso, pero limitando su crecimiento y ocupación desmesurada en el territorio al mismo tiempo. Un modelo donde la mala gestión de recursos sea penalizada de manera mecánica, e inversamente, una gestión responsable de recursos se vea beneficiada” 

Y representa gráficamente esta postura.

Con todos estos antecedentes y en este contexto de emergencia climática en que estamos inmersos es necesario pensar diferentes estrategias para reducir la huella de carbono.

“Si la madera no existiese tendríamos que inventarla” dice nuestro CEO Octavi Uyá. Es un  “supermaterial al que ninguna aleación moderna ha conseguido batir” explica este reportaje y así muchas y muchas aseveraciones de universidades punteras, arquitectos y científicos.

Con todo esto repetimos, afirmamos y compartimos lo que dice el arquitecto Alex De Rijke:

“El siglo XIX fué el siglo del hierro, 

el siglo XX el del hormigón, 

y el siglo XXI será el de la madera técnica ”.

Descubre por qué la construcción en madera es un factor clave dentro del Woodea Production System

Building construction, wood framing structure at new property development site
20/12/2022 by Woodea 0 Comments

Woodea y el siglo de la madera en la construcción

…o cómo el cuento de los tres cerditos ha afectado al planeta

Parte 1

El cuento clásico hecho película por Disney en 1933 ha creado un concepto erróneo del uso de la madera en la construcción, ya sabéis…”y sopló… sopló…

Establecido en el subconsciente colectivo que las casas construidas con madera son frágiles, asociado a personas con baja capacidad de trabajo y que deben recurrir a otras más previsoras que viven en casa de ladrillos, el cuento ha definido como “éxito” las construcciones de albañilería y, más aún, las de hormigón, acero y cristal que permiten ver al resto de los mortales desde las torres del triunfo, cuya representación más acabada son los rascacielos.

Pero el lobo cambió y hoy el lobo a quien todos debemos temer es la crisis medioambiental y la salud del planeta.

Y la madera cambió, pasó de ser solo “madera” a ser “madera técnica”, una nueva forma de utilización del material en la construcción con máximo aprovechamiento y utilizando aquellos sobrantes que no tenían valor anteriormente.

Desde los años ’90 se empiezan a acuñar términos como GLULAM y acrónimos como DLT, NLT y el más conocido CLT (Cross Laminated Timber) que no es otra cosa que tablas de madera ensambladas y pegadas por sus lados cortos y vueltas a pegar por sus lados largos, conformando un panel continuo de madera que se pega y prensa con otro panel en la otra dirección (a 90 grados) en múltiples capas impares de espesores hasta 0,30m y de tamaños hasta 16m x 3,5m de ancho.

Las construcciones realizadas con este material podrían resistir tranquilamente los ataques del lobo del s. XX (resistencia y precariedad; y los soplidos del lobo) y los del s. XXI (principalmente crisis medioambiental).

Aún reconociendo los beneficios de la construcción en madera técnica para atacar al lobo mayor, el del s. XXI, el de la crisis medioambiental, quedan resquicios de años de “los tres cerditos” del s. XX, preconceptos que hay que cambiar a partir de la información: fuego, resistencia, durabilidad, deforestación, precio…

Madera en la construcción: resistencia al fuego

Podríamos extendernos mucho sobre esto, pero actualmente existen parques de bomberos realizados en madera ¿es suficiente prueba? Pero vamos a entrar un poco más en detalle.

La madera tiene la capacidad de, al quemarse, hacerlo con un comportamiento muy predecible (0,7 mm/min) que permite planificar muy bien las dimensiones de las  estructuras frente al fuego para garantizar la seguridad.

Además, presenta una excelente resistencia a la penetración del fuego debido a su baja conductividad térmica y a su capacidad de formar una capa carbonizada superficial (pirólisis) que permite mantener sus propiedades físicas y mecánicas por mayor tiempo que estructuras de acero y hormigón.

Incluso hay un efecto más: la acción del fuego aumenta por deshumidificación de la capacidad resistente, ya que la resistencia de la madera es inversamente proporcional al contenido de humedad.

¿Cómo una empresa como Woodea, nacida en el seno de Zubi Labs, cuyo objetivo es el impacto positivo y la sostenibilidad, puede apoyar a que se talen bosques? ¿Qué sucede con la deforestación?

La madera que utilizamos en nuestras construcciones proviene de bosques certificados. En estas plantaciones se cortan solo aquellos ejemplares que fueron “ordenados” mediante un plan forestal, plantados hace 30, 50, 70 o 100 años con ese fin y que, a partir de una silvicultura responsable (cultivo forestal), ayudan a la regeneración de los bosques ayudando a mantener secuestrado al carbono.

Existen dos grandes sistemas de certificación global, PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification) y FSC (Forest Stewardship Council), que custodian tanto el aprovechamiento de los bosques como la trazabilidad de todos sus productos. En algunos casos van más allá vigilando por el respeto por los pueblos originarios, la ética y el aprovechamiento, inclusión etc. Esos sellos pueden apreciarse en casi todos las maderas y envases de papel que hay en el mercado.

A partir de una silvicultura responsable y bien gestionada, protegemos la salud de nuestros bosques, facilitando la fijación de poblaciones en entornos rurales y frenando la despoblación del territorio a la vez que proporcionan una buena gestión frente a los incendios.

Pese al aumento en la demanda de madera para la construcción y otros múltiples usos, en la mayor parte de los países desarrollados cada año se regenera mayor superficie de bosque que la que desaparece, ya sea por plantación o por regeneración natural.*

* Fuente: Informe de evaluación de los recursos forestales mundiales 2020 de la FAO

Madera en la construcción: mantenimiento y durabilidad

Ya quedan lobos mucho menos violentos con los que lidiar…

¿Qué sucede con el mantenimiento? La madera es un material natural y, en contraposición a otros materiales artificiales que casi no envejecen, cambia su aspecto con el tiempo, aunque podemos utilizar medios tecnológicos al alcance de todos que retrasan este envejecimiento (termotratamientos) o utilizarla previamente envejecida para que no cambie de aspecto.

¿ Y la durabilidad de la madera? Actualmente existen ejemplos que demuestra que la durabilidad no es un problema para la madera como material de construcción. Podemos estudiar el complejo de templos llamado Hōryū-ji en las proximidades de la ciudad ciudad japonesa de Nara con cinco pisos construidos alrededor del año 600 DC. Otros 26 edificios en el complejo fueron construidos antes del 800 DC.

En cuanto a la resistencia, en el cuento si el lobo fuera un terremoto y las tres opciones de viviendas se sometieran al mismo esfuerzo, el final cambiaría. Seguramente en este caso la vivienda de madera sería la opción más segura, por su mayor ductilidad frente al ladrillo y al hormigón.

Esto se produce por dos motivos, el primero es que las fuerzas sísmicas son proporcionales al peso del edificio y el peso de la madera es sustancialmente menor que el de otros materiales (una estructura de madera puede pesar hasta 5 veces menos que una de hormigón). El segundo motivo es que la madera tiene una gran capacidad elástica, puede absorber importantes deformaciones antes de su fallo.

Estos dos elementos confluyen para hacer de la madera técnica un material altamente recomendable para zonas sísmicas.

Si seguimos presentando las bondades de la construcción en madera, un material que se regenera naturalmente los 365 días del año, que crea valor en zonas poco pobladas, que es un “botijo” de carbono, que es maleable y resistente, preciso, muy industrializable, con el que se pueden construir nuevas  arquitecturas y crear ciudades sostenibles, con edificios sanos, que aportan bienestar a sus habitantes y que una vez terminada su vida útil se puede desarmar o reutilizar parcialmente o reciclar, seguramente veríamos al “cerdito práctico” trabajando en una nave cercana para montar su vivienda de madera mucho antes de que llegue el lobo.

No podemos concluir este artículo de otra forma que sumándonos a la llamada a la acción de la Bauhaus europea y el movimiento “Wood4 Bauhaus”:

Reforesting the Planet, retimbering the City

Descubre por qué la construcción en madera es un factor clave dentro del Woodea Production System