La construcción sostenible, más allá de una tendencia: Beneficios y oportunidades para salvar nuestro planeta

En los últimos años, la construcción sostenible ha evolucionado significativamente y se ha convertido en una prioridad para el sector de la construcción para dar respuesta y abordar los desafíos del cambio climático y la necesidad de evolucionar hacia un mundo más sostenible.
La eficiencia energética, el uso de materiales sostenibles, el diseño centrado en el usuario y las certificaciones y normativas son algunas de las tendencias clave que están impulsando la construcción sostenible en la actualidad y de las que hablaremos a continuación.
¿En qué consiste la construcción sostenible?
Entendemos por construcción sostenible la práctica de construir edificios y estructuras de forma que minimicen su impacto ambiental y maximicen la eficiencia energética. Este concepto incluye la elección de materiales de construcción ecológicos, el uso de prácticas de construcción sostenibles, la concepción y el diseño de edificios orientados a maximizar la eficiencia energética y la minimización de los residuos y la huella de carbono de la construcción.
La construcción sostenible también contempla que los edificios sean seguros y saludables para los ocupantes y les confiera una mayor calidad de vida. En este punto es fundamental llevar a cabo una selección de materiales de construcción que no emitan productos químicos tóxicos, un diseño de edificios que proporcione resistencia a los desastres naturales y el uso de sistemas de ventilación e iluminación que promuevan la salud y el bienestar de los ocupantes.
Beneficios de la construcción sostenible
Muchos son los beneficios que se atribuyen a la construcción sostenible, tanto desde el punto de vista del medio ambiente como desde el de los ocupantes de los propios edificios. Entre los más importantes se incluyen la reducción de la huella de carbono y el impacto ambiental tanto en la fase de construcción como en el posterior funcionamiento y fase de operaciones, la limitación del uso de recursos naturales y la mejora de la eficiencia energética. Las últimas tendencias de digitalización avanzada y la aplicación del pensamiento lean en la fase de concepción y construcción de edificios sostenibles también contribuyen a reducir los costos de operación y mantenimiento de los mismos a lo largo del ciclo de vida.
Por otro lado, está demostrado que los edificios construidos de forma sostenible mejoran la calidad de vida de las personas que habitan en ellos al proporcionar ambientes saludables y cómodos, con una mejor calidad del aire, luz natural y una temperatura adecuada y por el propio hecho de utilizar materiales basados en la naturaleza. Esta estrecha conexión ancestral entre el ser humano y la naturaleza es lo que se conoce como biofilia.
La construcción sostenible es también una herramienta que facilita el cumplimiento de las nuevas normativas como el Código Técnico de la Edificación CTE y las certificaciones ambientales como LEED o BREEAM, que aumentan el valor y la reputación de las edificaciones y tienen una demanda cada vez mayor por parte de clientes, usuarios e inversores inmobiliarios.
En general, podemos decir que la construcción sustentable es una forma de contribuir al desarrollo sostenible, al promover prácticas responsables y respetuosas con el medio ambiente, y al impulsar una economía más verde y eficiente.
Diseño de edificios sostenibles
La fase de diseño es un elemento clave de la construcción. Los edificios categorizados como sostenibles están diseñados a partir de una envolvente muy eficiente para maximizar la eficiencia energética y reducir su huella de carbono, minimizando las necesidades de energía y agua, utilizando materiales basados en la naturaleza o de muy baja huella de carbono y potenciando la ventilación y la iluminación natural.
La tecnología más avanzada en digitalización y construcción industrializada juega un importante papel en esta fase de diseño del edificio sostenible contribuyendo a reducir significativamente los residuos y la huella de carbono de la construcción.
Materiales de construcción sostenibles
La elección de materiales supone también un factor crítico cuando hablamos de construcciones que minimicen su impacto ambiental y aporten bienestar a sus habitantes. Esto implica seleccionar materiales y productos que tengan un bajo impacto ambiental durante su producción, transporte, uso y disposición final como, por ejemplo, materiales reciclados o reciclables, materiales obtenidos de fuentes renovables, y materiales que tienen un ciclo de vida más largo y requieren menos mantenimiento, o que puedan tener una segunda vida, desmontándose y volviéndose a montar.
Como ejemplos de materiales que cumplen estas premisas y son utilizados actualmente en edificaciones sostenibles encontramos:
- materiales que absorben y secuestran CO2, como la madera certificada (FSC, PEFC) proveniente de bosques gestionados de manera sostenible
- materiales reciclados como textiles, la fibra de madera o la pasta de celulosa (papel de periódico y cartones reciclados)
- materiales obtenidos de fuentes renovables, como la caña de azúcar, el cáñamo, el bambú o los tableros a base de paja de cereal (trigo, arroz)
- placas de revestimiento con fibras de celulosa y yeso
- materiales con alta eficiencia energética y naturales como el corcho, o el fieltro.
Para considerarlos materiales de construcción sostenibles, estos deben garantizar ser seguros y saludables para los ocupantes de los edificios y evitar que se emitan productos químicos tóxicos, como el formaldehído, que pueden afectar la salud y el bienestar de los ocupantes.
Eficiencia energética en la construcción sostenible
Los edificios representan el 40% del consumo energético de la UE y el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero, generadas principalmente durante la construcción, uso, renovación y demolición de los mismos.
La eficiencia energética es, pues, un aspecto fundamental en la construcción sostenible y se enfoca en utilizar materiales y técnicas que permitan reducir el consumo energético de los edificios, como el uso de materiales aislantes, la implementación de sistemas de iluminación eficientes, la ventilación natural y la utilización de energías renovables como la solar o la eólica.
Como hemos comentado anteriormente, el diseño de estos edificios promueve el aprovechamiento al máximo de la luz natural y la utilización de sistemas de control automatizados para la gestión energética. A través de estrategias pasivas como la orientación del edificio, la ventilación natural y los elementos de sombreado o asoleamiento según convenga se reduce la necesidad de sistemas mecánicos y se logran edificios más sostenibles y eficientes energéticamente.
Certificaciones de construcción sostenible
Las certificaciones de construcción sostenible son otorgadas por organizaciones independientes que evalúan el desempeño ambiental y la eficiencia energética de los edificios. Además de demostrar el compromiso con la sostenibilidad, estos sellos proporcionan una ventaja competitiva en el mercado inmobiliario y de la construcción, aumentando las posibilidades de venta en hasta un 10%. De ahí la demanda creciente de este tipo de certificaciones por parte de compradores, inversores y usuarios finales.
Las certificaciones más conocidas a nivel internacional son LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental), BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology) y WELL, que se centran en la sostenibilidad ambiental, el rendimiento energético y la salud y bienestar de los ocupantes, respectivamente.
A la hora de conceder este tipo de credenciales se evalúan una amplia gama de aspectos, desde la elección de materiales sostenibles, la implementación de sistemas de gestión energética y la monitorización de la calidad del aire interior hasta otro tipo de variables externas a la propia construcción como la cercanía a sistemas de transporte público, movilidad, modificación del terreno natural, absorción de agua del terreno y otros temas relacionados.
Estas certificaciones, además, no sólo se enfocan en edificios nuevos, sino que también pueden aplicarse a edificios existentes que se han renovado o mejorado para cumplir con los estándares de sostenibilidad.
Ejemplos y referentes de proyectos de construcción sostenible
Actualmente existen ya muchos ejemplos de proyectos de construcción sostenible en todo el mundo. Desde edificios comerciales hasta edificios residenciales, estos proyectos están demostrando que la construcción sostenible es posible y rentable: Bosco Verticale, Milán; Torre de Hyperión, y edificios de viviendas más modestos como las 85 viviendas sociales en Cornellá o que alcanzan el sello de CO2 nulo como Entrepatios,
Desde Woodea apostamos por una construcción eficiente, sostenible y rentable basada en un modelo que se apoya en la digitalización, la industrialización y construcción por componentes, la metodología lean construction para optimizar procesos y la elección de materiales sostenibles como la madera técnica.
El futuro de la construcción sostenible
Como hemos visto a lo largo de este post, la construcción sostenible no sólo es necesaria para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger el medio ambiente, sino también para mejorar la calidad de vida de las personas proporcionando viviendas más saludables, cómodas y eficientes en el uso de la energía.
Con la huella de carbono actual de los edificios, y con el presupuesto de carbono del que dispone el sector de la construcción español entre 2021 y 2050 (751 MtC02), sólo se podrían edificar 300.000 viviendas nuevas en ese periodo lo que supone 10.345 viviendas al año, frente a las 160.000 viviendas necesarias, según fuentes del Green Building Council España (GBCe).
Si queremos responder a la demanda actual de vivienda es urgente adoptar un cambio de planteamiento: incorporando prácticas sostenibles en la construcción reducimos la huella ambiental de nuestras ciudades y garantizamos un futuro más sostenible para las generaciones venideras.